lunes, noviembre 11, 2013

wind


Un sonido llega inesperado,
mas ya se añoraba
su presencia.
El tableteo furioso,
la vehemencia.
Sabor de hojas secas
y tierra húmeda.
Olor gris.
En las ventanas se asoma
la ira del tiempo,
el golpe profundo de las noches
sin sueños.
Pasa volando un alma
que perdió el rumbo;
en su estela, prendidos,
recuerdos de los vivos.
Ese sonido gris, ese ruido seco,
ese recuerdo agrio de hojas y tierra
se llevan consigo los restos
de una memoria vieja.
El viento deshoja
una calavera yerta.