Se fueron las horas
y los años
en el pliegue de una sonrisa
en el dobladillo de una mirada.
Se fueron los adioses
y las risas
con el pestañeo del viento
con el soplo de las sombras.
Nos queda un puñado de palabras,
nos queda el susurro de todo aquello que no dijimos,
aquello que realmente importa.
Imagen: 'Eternal clock'
sábado, junio 18, 2011
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