En ocasiones, me veo de chico, de muy chico, y me pregunto:
¿qué tenía en la mente durante tantas horas al día?
Me quedo sin respuestas, mirando como un lelo mi cara pretérita, soñando con lo que fui, soñando con lo que nunca más habrá de ser.
Entre las brumas de los días, mi alter ego me mira desconfiado, como un desconocido al que asaltan los fantasmas del ayer. Creo que no sospecha lo que se le viene encima...
jueves, diciembre 08, 2005
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