jueves, marzo 22, 2007

Ayayayayyyy... Dónde nos hemos metido con los blogs (ya nadie se acuerda de las bitácoras, con lo bien que suena, a mar...). Anda la comunidad bloguera muy despendolada últimamente. Parece que se acabó la serenidad en los blogs profesionales (los otros nunca la han tenido).
Tenemos blogs de trinchera, reivindicativos, que esgrimen sus posts como poesías de guerra.
Blogueros hay ya que se retiran angustiados ante la avalancha de horas requeridas y ante el acoso de la prensa, de los lectores, de sus obligaciones familiares y de sus respectivos egos (sin acritud, pues yo mismo he escrito sobre esa quemazón).
Ya empieza a verse el 'no me copies, que me enfado', lícito, sí, pero inevitable en un medio como éste, tan vasto, tan basto.
Y las trifulcas por un quítame-allá-esas-pajas (con perdón): que si fulanito está trasnochado, que si menganito no sabe lo que dice, que si zutanito lleva meses diciendo lo mismo... y tú más.
Así que, tal y como está el panorama, no es de extrañar que necesitemos hiperventilación no digital. Habrá que volver a la letra impresa, abandonar por amplios periodos estos lares virtuales y dedicarse al cultivo de hortalizas u otros menesteres. Difícil será resistirse a la llamada de la red, pero todo se andará. ¿Para cuándo una ley anti-blog?; los que nos sentimos atufados la necesitamos ya.

3 comentarios:

Jonás dijo...

Quizás necesites un descanso. No percibo yo la blogosfera en los términos en que tú lo haces. Para mí sigue siendo un territorio salvaje y abierto. Quizás no seamos genios pero ahí tenemos nuestra pequeña ventana abierta al mundo. Es la tentación para mí fascinante de este medio. Hoy he oído en la televisión unas advertencias contra la blogosfera como adicción. Yo soy un adicto a ella, pero ¿quién no es adicto a algo?

antonio dijo...

Amigo Jonás, tú te has retirado al vientre de la ballena y desde allí nos ves muy peregrinos. Cada uno se busca una madriguera en la que recogerse cuando vienen mal dadas. Nadie nos obliga a estar aquí, es cierto, y las adicciones son malas solo cuando son destructivas. Así que estos posts tienen el justo valor del pataleo intempestivo. Además, me encanta tener un sitio en el que 'hacer el gamberro' de vez en cuando.

Jonás dijo...

Totalmente alejado de mi intención el ver peregrino a nadie, amigo. Espero no haber dado esa impresión. Lo siento en todo caso.