domingo, mayo 08, 2016

Escribo aquí de año en año,
de mayo en mayo,
con alguna recaída en invierno.
Este espacio se me queda ancho,
con la holgura
del traje postizo de un muerto.
Me asomo a su vacío
casi con el mismo pavor
con que me asomaría a mi propio ataúd,
y rebusco entre líneas
pedazos de vida
perdidos en los bolsillos.
Dejo naftalina
y rosas marchitas
con la esperanza
de no acabar
podrido.
De mayo en mayo,
me asomo a este féretro
y descubro mis reliquias.

2 comentarios:

Andrés Zúñiga dijo...

Un gusto pasar por tu blog. Un abrazo!
te invito a visitar el mío.
http://andreszuniga-escritor.blogspot.com.ar/

antonio dijo...

Gracias por tu comentario. Nos leemos.